Con
Elisa nacen los días,
con
Elisa se crean canciones,
es
una flor que en el alma permanece,
haciendo
precioso el presente.
Con
Elisa es lindo recordar
los
locos años 80,
nuestra
plena pubertad,
las
primeras inquitudes.
Con
Elisa, la literatura brilla
en
mil crónicas de princesas,
en
cientos de poesías de enamoramientos,
y
encuentros alma con alma.
Con
Elisa, la música es especial,
es
un privilegio bailar,
un
vals o rock and roll
que
llene de pasión.
Con
Elisa quisiera pasear
en
la Gran Vía,
en
Los Campos Eliseos,
En
la Strase de Berlín.
Con
Elisa montar un appaloza,
a
orillas de una playa jubilosa,
a
horcajadas besarla,
a
galope divertirnos.
Con
Elisa reencontrarme
en
el carousel musical
de
la Feria de Chapultepec,
que
algo nuevo pueda florecer,
en
los corceles clásicos
de
la filosofía de vida.
Con
Elisa en los sueños
la
noche es sublime concierto,
ella
aparece cual vaquera,
cabalgando
en corcel blanco.
Con
Elisa en la memoria,
el
espíritu palpita,
el
corazón es poesía y llamarada,
que
arde eternamente,
es
diosa de la mirada.
Con
Elisa en la piel,
toda
ha de reverdecer,
sus
ojos emborrachan
con
un tónico llamado amor.
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