Tordos, alazanes, prietos y palafrenes,
todos hacen el alma grande,
cada monta es única,
llena de embeleso,
con un toque atemporal,
siempre ha de encantar
esta fiesta que es el galope internacional.
Porque cada país tiene su estilo,
sus caballitos no dejan de ser bonitos,
llenos de arte, gusto e ingeniería.
Ahí me gusta andar,
entre vuelta y vuelta,
paseo y paseo
cabalgar es elegante
sobre la distintas alzadas de sus palafrenes iluminados .
Cuando Selena se montó en ese corcel de carousel,
mi corazón comenzó a arder.
Con su porte al cabalgar,
me dieron ganas de hacerlo también.
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