Terapia
del alma,
estimuladora
del corazón,
así
es la música,
así
seguirá siendo.
No
tendrá fin
mientras
exista la humanidad.
Para
rememorar los tiempos,
nada
mejor que la música
que
revive instantes,
momentos
y glorias
y
alguna tristeza.
Con
música nos enamoramos,
con
música vibramos,
con
música renovamos la fe,
además
es compañera
de
alegres madrugadas.
Música
de los 50´s,
rock
and roll e instrumental,
Los
Panchos en la cima,
Nat
King Cole canta,
Dean
Martin la segunda voz.
Música
de los 60´s.
Covers
en castellano,
bonito
el rock mexicano,
y
los sensuales compases
del
twist y a go go.
Música
de los 70
que
al amor conquistaba,
esas
baladas extraordinarias
de
los festivales OTI
y
al final las canciones infantiles.
Música
de los 80,
de
grupos y baladas,
inglesa
y española,
cuántas
emociones,
cuantos
amores,
pubertad
inolvidable.
Música
de los 90,
rap,
grupero,
sin
haber olvidado lo romántico.
El
tex-méx se impuso,
las
recopilaciones cobraron vida.
Música
vintage,
lo
más hermoso para recordar.
Es
como un túnel del tiempo
presente
en todo momento.
Sonidos
para siempre,
clásicos
embelesantes
que
adornan presentes
y
recuperan ayeres.
Basta
sus melodías escuchar
para
ponerse a rememorar
esos
magníficos pretéritos,
que
aún perduran en la actualidad.
Y
jamás morirán
esas
canciones de felicidad,
nuestros
corazones alegran,
nuestros
ánimos recuperan.
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