Eres
tú mi más fiel apego,
contigo
me desahogo
cuando
las penas me atrapan.
Estás
hecho de felpa,
de
mi noche eres la estrella.
Al
soñar te suelo abrazar.
Cuando
la mañana clarea
te
pregunto: Cómo dormiste,
te
coloco en tu sillón favorito,
y
así pasas el día.
Si
me faltaras creo que lloraría
porque
mi vida decoras.
Un
juramento de sangre
te
he de hacer:
Que
conmigo estarás
hasta
que mi existencia acabe,
en
lavandería he de invertir
para
tenerte bien fresco,
peinado
y perfumado,
con
cuanta ternura
iluminas
mi alma,
y
prendes mi corazón,
al
ritmo de tu candor,
no
te cambio por nada,
mi
dulce amigo
pues
otorgas brillo
a
mi inseparable niño interno.
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