La inspiración se llama Elisa,
es mi siempre alegría,
aunque por ahora sólo sea un recuerdo.
La inspiración se llama música,
cada momento decora,
es medicina sabrosa.
La inspiración se llama lectura,
riqueza para el corazón,
inteligencia para la mente.
La inspiración se llama Veracruz,
donde el calor tropical
se enamora de la música.
La inspiración se llama canción,
pequeña pieza musical
con liricas que transforman,
cambian y enamoran.
La inspiración se llama Festival Oti,
algo que ya no esta,
pero no se deja de pensar.
La inspiración se llama vaquera,
una niña bella
que montada a caballo
impacta por sus encantos.
La inspiración se llama Debby Rayan,
por ser espectacular
con una sonrisa a todo dar.
La inspiración se llama carousel,
el sube y baja de la vida
sobre cabalgatas de fantasía.
La inspiración se llama escritura,
promotora de cultura,
de nobles sentimientos,
de verdades que se plasman
en invaluables papeles.
La inspiración se llama vida campirana,
vida en exteriores,
aire puro
desde lo alto de una silla de montar.
La inspiración se llama música clásica,
los bellos sonidos de una orquesta
hacen que el corazón se mueva.
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