Mi Guanajuato

Perla colonial,

sitio donde las ranas habitan,

patio al más puro estilo provincial,

abundante de calma y paz.

Por tus centros montañosos,

se destaca tu belleza,

que es básicamente su esencia,

además de tu célebre universidad.

Has crecido con mágnificas dotes,

tu papel preponderante en nuestra historia,

te ha dado importancia turística,

y ternura musical.

Son tus calles culturales,

rebozan de silenciosa armonía,

hasta las momias suelen resucitar,

para sus vidas rememorar.

Si tu gran amor deseas consolar,

ve a cantarle en una callejoneada,

con el romance de las rondallas,

en el Callejón del Beso se te declarará.

Cuna de versos y melodías,

de dos grandes de la farandula,

José Alfredo, el filósofo ranchero,

Pedro Vargas, el tenor continental.

Bien afamada es León,

la inefable capital zapatera,

donde Chabelo vio la luz,

tiene bien ganado el prestigio nacional.

Para cajetas, nada mejor que Celaya,

para fresas, la ciudad de Irapuato,

y sí a genio gótico nos vamos,

llegamos al bello San Miguel de Allende.

El Cristo del Jubilete bendice,

a esta tierra de sublime encanto,

feliz de localizarse en el área central,

y toda su magnificiencia expander.

No olvidemos a Dolores Hidalgo,

pueblito| mágico,

ahí el México independiente nació,

con el grito que en nación nos convirtió.

Tienes de un cuento el cándor,

la inspitación y la pureza,

para incréibles poemas crear,

porque tus leyendas vivas están.

Con tu cálidez Guanajuato,

has conquistado mi espíritu,

abierto mi capacidad de asombro,

lo eres todo, sútil princesa del Bajío.