El alma es un libro,
Pletórico de tesoros,
en él se han escrito
memorias , crónicas y anécdotas
de carácter atemporal.
El alma es una canción,
que suena en cada estación,
se renueva en cada sueño,
en todo amanecer.
El alma es gran belleza,
con gran poder para encantar,
Y hacer de la vida algo sensacional,
alumbrar objetivos.
El alma es escribir
todo lo que la inspiración te da,
fluir con sus maravillas,
dejarse atrapar con su frescura.
El alma es un software,
clásico y eterno
que no precisa actualización,
ni permite virus de ninguna especie.
El alma es un poema,
capaz de volar con su propio pensamiento,
en las nubes le encanta andar,
jamás aterrizar.
El alma es Elisa,
La Princesa de la Vista,
Maestra de miradas,
animadora de existencias.
El alma se expresa
con el poder de una lágrima,
la seductora fuerza de una pieza musical,
la melodía de un vals vienés.
El alma es el presente,
con el suave toque del aquí y el ahora,
y la suave caricia
de las memorias de antaño.
El alma se libera
con la fenomenal cadencia
de un baile de rock and roll,
y una canción
italiana.
El alma sabe de penas,
también de alegrías,
de sueños muy bien entiende
cuando algo anhela.
El alma es un viaje,
con carácter ilimitado,
nadie le gana en imaginación,
es la campeona de la ilusión.
El alma es un viento,
que sopla a tu favor
va hacia la conquista plena
de tus aficiones y talentos.
El alma es un tiovivo
que gira en embeleso,
a trotes lentos
y galopes literarios.
El alma es un concierto
de voces encantadas,
afanadas con dedicación
en decir sus verdades,
bajo el ensimismado encanto
de la vocación artística.
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