En Ciudad Satélite, durante mucho tiempo, estuvieron de moda los autocinemas de Santa Mónica, eran la última novedad ,de podía ver una película en una gran pantalla sin salir de tu coche con una gran comodidad.
La función se realizaba en una gran pantalla justo enfrente de los coches ,nosotros fuimos muy seguido a ver varias películas famosas de aquellos 70´s la que más me gustó fue La Noche de las narices frías de Walt Disney y algunas otras que no recuerdo.
Ibamos los sábados en la noche, después de un agitado dia. Yo tenía como 2 o 3 años y me gustaba mucho asistir a estos lugares y hacer travesuras.
Pero sin duda lo que más recuerdo es que asistíamos a este lugar en uno de los autos famosos de Chevrolet el Chevelle en sus distintas versiones que GM de México comenzó a fabricar en 1965.
Con este auto se inició la gran década de los familiares, coupes y sedanes como yo los llamo , era un excelente auto de buen tamaño, buen motor y con gran capacidad y comodidad interior.
Recuerdo que nosotros tuvimos uno verde en el que precisamente solíamos visitar el autocinema, otra cosa que también recuerdo es que llevábamos jarritos , unos refrescos que estaban muy de moda entonces, ahora están volviendo aparecer en el mercado. Cuando no quería arrancar mi papá le pegaba en el tablero solamente para que yo me riera , y también a veces yo por maldoso apagaba la ignición del encendido para que mi padre se enojara.
Este auto fue de los primeros chevrolet que tuvimos en la familia, muy señorial ,grande y hasta podríamos decir que alzado y destacable del resto de sus competidores.
Tuvimos también otro modelo de Chevelle modelo 75 color blanco que salió aún mejor que el otro.
También recuerdo haber escuchado en el radio muchas melodías que asocio con el autocinema, los refrescos jarritos y este auto famoso de GMC.
Mis abuelos también tuvieron que uno verde, modelo malibú de 4 puertas con vestiduras negras que manejaba Don Cucho . Era muy grande, con el asiento corrido, ellos lo tuvieron hasta 1987 ,cuando mi papá les regaló un topaz blanco que le compró a Fernando Cuevas .
El Chevelle Malibu de los abuelos se guardaba en el gargage de atrás y siempre tapado, mi abuelo lo mantuvo bien cuidado, solo una vez Don Cucho lo chocó resultando afectada mi abuela en este accidente.
No recuerdo a quien se lo vendieron, pero debería estar en un museo como recuerdo del auto que transportó a mis abuelos a todas sus citas.
Cuando veo estos coches me hacen recordar los días aquellos, hay unos muy bien cuidados ,algunos otros los restauran los coleccionistas, porque sin duda es un digno representante de los tiempos de los coches musculosos americanos. El autocinema ya no está, ahora hay un nuevo concepto de cine, pero la moda podría regresar con esta onda retro que esta cobrando muchos adeptos.
Tal vez el Chevelle resurja también un día, cuando Chevrolet saque una versión que combine lo moderno con lo nostálgico ,como lo han hecho ya algunas marcas.
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