La
vida es una canción
que
sale del alma,
que
anida en el espíritu,
que
se canta con profundo arte.
La
vida es un libro
escrito
en la intimidad,
sus
palabras narran verdades,
está
hecho con motivación.
La
vida es enamorarse
de
la niña más angelical,
de
la ciudad más romántica,
de
ese sensual vals.
La
vida es acertar,
también
equivocarse,
saber
reconocer los caminos de Dios,
andarlos
con filosofía.
La
vida es un viaje
por
el universo interior,
permite
liberar al alma,
fortalecer
las neuronas.
La
vida es escribir
en
momentos plenos de soledad,
en
jornadas placenteras de caminatas,
en
jugosas aventuras por el mar.
La
vida es llorar,
porque
las lágrimas son muy valiosas,
sentimiento
universal
que
brota por sorpresa.
La
vida es volar
por
los pasajes de la historia,
en
aviones ultramodernos
hacia
destinos increíbles.
La
vida es un carousel,
que
sube y baja,
anhelando
sueños,
cabalgándolos
en precioso alazán.
La
vida está en Disneylandia,
que
la cubre de magia,
la
dota de encantos,
de
sanas experiencias.
La
vida está en la música,
terapia
motivacional,
acordes
que iluminan,
sones
que ilusionan.
La
vida está en cada lucha,
en
cada esmero,
es
como el ave fénix
que
de sus cenizas resurge.
En
la vida se cabalga
en
caballo de hacienda,
otras
tantas en un lucero mágico,
y
otras más en un corcel azteca.
En
la vida se gana,
a
veces se pierde,
sin
embargo la huella se deja
en
la memoria inalterable de la nostalgia.
En
la vida se recorren
millones
de kilométros de sabiduría,
millas
de grandes decepciones,
autopistas
que llevan a la creatividad.
La
vida pinta nuevos colores,
si
a horcajadas de un penco se ve,
hay
que pasearlo a rienda suelta
por
cada rincón espectacular.
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