A
veces me deprimo,
ante
la contemplación del sufrimiento,
los
dolores que causa el cáncer
y
el terrible alcoholismo.
En
ciertas ocasiones,
me
llego a enojar,
pero
no azoto puertas,
simplemente
rompo periódico.
Siempre
será necesario
adenalina
liberar,
qué
mejor manera
que
pasar un día en un parque temático.
Es
fácil enamorarse
de
una chica Disney,
pues
es una auténtica princesa
que
atormenta al alma.
En
las madrugadas
se
suele cantar
los
popurrís de la vida,
las
canciones del primer amor.
Hay
que saber viajar
pues
representa una considerable inversión,
no
hay que escatimar,
el
turismo es estímulo para la paz mundial.
Lo
clásico permanece inalterable,
todos
los tiempos traspasa,
son
tradiciones preciosas
llenas
de maravillosas experiencias.
No
hay que resistirse
ante
el encanto de un carousel,
montar
un caballito,
es
ilusión, fantasía, magia,
una
atracción que no tiene edad.
Escribir,
una terapia mágnifica
para
las ideas aclarar,
es
una grata inspiración
que
deja huellas eternas.
Se
tu mismo@a y triunfarás,
no
trates de imitar,
ya
que la autenticidad
abre
puertas, caminos y oportunidades.
Máxima
figura del siglo XX
ha
sido Walt Disney,
hombre
de grandes principios
que
todo el mundo aquilata.
Se
vale sentir nostalgia,
se
vale hacia el pasado mirar,
la
historia es sabia,
enseña
al presente a corregir.
Yo
amo a las chicas,
yo
amo la música,
dos
grandes estimulaciones
que
en la vida hay que atesorar.
Vale
la pena volar,
por
la mente y la verdad,
y
en aviones de gran desempeño
hacia
destinos mágicos.
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