No
soy un fracasado,
soy
un luchador,
con
habilidades distintas
que
pocos saben comprender.
No
soy holgazán,
hago
las cosas a mi manera,
necesito
más tiempo,
algunos
nunca me tuvieron paciencia.
No
soy de hojalata,
a
veces me suelo enojar,
saliendo
a caminar me acostumbro calmar,
ya
no golpeo puertas.
No
soy como muchos piensan,
me
molesta la sobreprotección,
no
obstante me dejo ayudar,
nada
de soberbias.
No
soy millonario de dinero,
más
si de ilusiones,
de
experiencias literarias
y
conocimientos musicales.
No
soy partidario de ningún partido,
es
más, me considero anarquista,
a
veces no me gusta la realidad,
me
entrego con fervor a la fantasía.
No
soy de papel,
no
tengo corazón de roca,
también
derramo lágrimas
que
son un lenguaje universal.
No
soy verborreíco,
hablo
a su tiempo,
ser
oyente es una buena regla
de
la sociedad de hoy.
No
soy cobarde,
soy
filosófo,
para
revisar mi alma
suelo
mis ojos cerrar.
No
soy un llorón,
soy
sencillamente sentimental,
con
toques musicales
y
un aroma de poesía.
No
soy viejo,
mi
cerebro es joven,
mi
alma está ardiente,
mi
corazón ha roto candados.
No
soy financiero,
soy
altivo creador,
fiel
inversionista
en
alimentos espirituales.
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