No
mueres en mi soñar,
no
pereces en mi escritura,
ni
te apartas ni un momento
de
mi pensamiento intelectual.
En
palabras de Joan Sebastian
tus
tatuajes llevo en mi,
en
inspiración de Juan Gabriel
en
mi mente siempre estás,
eres
mi foto atemporal, Elisa,
la
que a cualquier estilo se ha de adaptar.
Eres
el arte campirano
que
respiro al despertar,
siempre
tan puro y cristalino,
mi
fiel oxígeno.
A
Ley de la Atracción convoco
para
que me traiga otra vez tus ojos,
que
en el pensar de Gónzalo Curiel
son
verde mar.
Siento
que algún día llegarás,
me
lo dice la intuición,
y
entonces, Elisa
mi
escribir te conquistará.
Ardes
en mi fuego,
con
una llama más que ardiente,
debes
saber que estás presente
en
cada vuelo
de
mi irremediable nostalgia,
por
eso Elisa yo te espero
para
que vengas a reeducarme
en
el arte de mirar a los ojos.
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