Al
bueno de Manuel
la
parca lo tomó al revés.
Desprevenido
lo agarró
en
la urbe queretana.
A
nuestro amigo no le causó ninguna gracia,
Pero
el poder de la huesuda no pudo resistir,
y
esta le aplicó un poderoso sedante.
Manuel
despertó más tarde
en
una tumba extra-grande,
de
sus amigos del Colegio Romera
no
se pudo despedir,
pero
haremos todo lo posible
para
sacarlo de ahí.
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