A la
interprete del Diario de la Princesa
la calavera
no le tiene consideración,
mucho menos
paciencia.
Por tal
razón le dio un encontronazo
en la
esquina de Disney World.
Aplicó sus
garras para alcanzarla,
Y así
llevarla en su alazán dorado
a un
cementerio rosado,
donde la
dejo sepultada ,
muy bien
acompañada
de apuestos
príncipes azules.
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