Dios.

Dios, te doy las gracias,
por esa preciosa inspiración,
que me has dado,
ella no me abandona jamás,
es mi alimento mental.


Dios, gracias por iluminarme,
por mandarme consciencia,
y evitar ese casamiento,
que mi vida hubiera destrozado.


Dios, te estamos agradecidos,
por darnos ese precioso abuelo,
ese padre ejemplar,
ese esposo amoroso,
que hoy en tu reino cobijas.


Dios, has sido excelentísimo maestro,
creador de la belleza intelectual,
de la belleza femenina,
y de la existencia plena,
y de las risas de los niños.


Dios, nos mandas duras lecciones,
filosofías que perduran,
a veces nos las pones negras,
a veces rosadas,
pero todo es enseñanza.


Dios, creo que estoy bien contigo,
he sido bueno,
he sido luchador,
he sido caballeroso,
se que me premiarás con días felices.


Dios, nos trajiste un nuevo ser,
a la princesa de la nueva era,
Ania Paula,
que revive la esperanza,
y anima la ternura.


Dios, nuevamente gracias,
por los amaneceres bonitos,
por los perros, por los peces,
y hasta por las hermosas actrices.


Dios, contigo navegamos,
en el barco de la vida,
propenso a naufragar,
pero también capaz,
de llegar a puerto seguro.


Dios, una vez te lo digo,
con el mazo sigo dando,
hallando mi realización,
con las palabras que a diario escribo.


Dios, ve por México,
mandanos si quieres,
mil moralejas,
pero haz posible,
que en toda la república,
renazca la paz.


Dios, maestro de maestros,
creador de verdades,
filósofo universal,
enriquecenos la mente,
abrenos la fortaleza interior.