El Instituto Romera está de luto. Ha dejado este mundo su fundador, un hombre visionario que llegó a México desde la madre patria con un propósito :la formación de una escuela cuyo lema sería,: “Sin miedo y sin tacha”, para él la vida siempre fue un reto, una oportunidad que el aprovechó para inculcar en nosotros ese espíritu de continua lucha buscando siempre su esencia .
Me refiero a un hombre de gran calidad humana, que se mantuvo firme y creyó fielmente en los valores de la educación y la disciplina como norma de actuación. El Profesor Alfonso Romera quien en 1974 inició los trámites para la fundación del colegio que más tarde se convertiría en el Instituto Romera.
El Querido Profesor Romera murió el pasado día 22 de Diciembre en su residencia de Bulevares cerca de las 7 A.M. La noticia nos impactó a todos. Sin embargo, tuvo el más hermoso de los decesos : el creador se lo llevó al cielo mientras dormía, sin ningún sufrimiento.
Estoy seguros de que se fue feliz de haber cumplido con su meta en la tierra, fue un hombre incansable , nada lo detuvo para instruir a todo aquel que buscó sus consejos y su asesoría.
Lo conocí en 1978 ,cuando buscábamos una escuela para mí. Don Alfonso Romera me aceptó de buena gana sembrando en mí los primeros pasos hacía el conocimiento y el saber.
Fue bueno y comprensivo, pero también severo con la normas de la escuela que dirigía. Su esposa Candela se integró al colegio en el cargo de las relaciones con las padres de familia.
Pintó muchos cuadros, pues la pintura era una de sus aficiones, y hasta llegó a cocinar tortilla a la española.
Se retiró en 1983 para dedicarse a su persona dejando en Emilio Guerra la dirección de la Escuela, pero siguió en contacto con las actividades del colegio.
Quiso mucho a México, hablaba con orgullo de él y su gran vocación para el turismo. Fue el país que él eligió para vivir.
Sus últimos años los paso dando clases de filosofía en distintas escuelas de satélite y hablando con orgullo de su gran biblioteca.
Más que un profesor, fue un personaje, ya que “No hay una vida que no haya tocado “y cautivado en sus muy distintas facetas, profesor, filósofo , analista y visionario de una nueva educación.
Hasta su muerte jamás se rindió. Luchó siempre por trasmitir sus conocimientos a sus queridos discípulos, en él quedo “la satisfacción del deber cumplido” que lo acompañará hasta la eternidad.
Nuestro querido profesor ya esta allá arriba, en el cielo, con el creador, quien seguramente lo recibirá con los brazos abiertos y lo tendrá siempre en su gloria.
Nosotros debemos dejarlo partir, ya que cumplió con su meta en la vida, y como todo hombre ejemplar merece su lugar en el “reino de los cielos”
Ahora se que el ilustre profesor Romera está en un lugar donde no existen las penas, ni tristezas ni dolor, ni sufrimiento. ¡Es muy Feliz!
Pero basta con cerrar los ojos, para que él este de nuevo aquí , pues su energía nos queda, además las personas mueren realmente cuando uno deja de pensar en ellos.
Siempre vivirá en nuestras memorias , en nuestras almas y en los corazones de cada uno que estrechó su mano y lo conoció ampliamente.
¡Descanse en Paz!, Profesor Romera!
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