Esta es una noche memorable para mí. Se entrelazan en mi
corazón sentimientos de alegría y tristeza que unidos pondrán en mis palabras
emoción y nostalgia. Estoy aquí con ustedes en esta convivencia que reúne a
padres de familia para acompañar a nuestros hijos en una etapa más de sus vidas…llegué
a este colegio muchos años atrás, con un niño de la mano que fue recibido con
toda la comprensión y generosidad, el afecto también, que puede caber en una
persona de la calidad humana del Profesor Alfonso Romera: el guió a mi hijo en
sus primeros pasos en el camino del saber y sembró en su ánimo la motivación
suficiente para seguir adelante, dándole la oportunidad de demostrarse a mi
mismo lo que es hoy un logro para él. El niño que aprendió a leer y a conocer
el mundo a través de los conocimientos aquí adquiridos, es hoy un joven
bachiller lleno de inquietudes, de llegar a la meta trazada a través del arma
más noble para luchar en la vida: la profesión.
Exhorto a todos ustedes
bachilleres, condiscípulos de mi hijo, a seguir por el camino de la preparación
y superación constantes para llegar al éxito como profesionales, como
ciudadanos conscientes que aporten al mundo la valiosa cooperación de una
juventud preparada, entusiasta, en busca de tiempos mejores y donde el hombre
de esta época sepa llevar en el corazón toda la nobleza y dignidad que debe
existir en el ser humano. Quiero agradecer a Emilio. Nuestro Director, su
disposición siempre presente para escuchar a los alumnos , su ayuda cordial ,
su entusiasmo, su amistad demostrada en todo momento. A los maestros, mi
agradecimiento profundo, ellos sembraron en las mentes fértiles de sus alumnos
la semilla que esta germinando: los recordaremos siempre en las aulas cuyos
muros están impregnados de sus voces que se elevaron en afán de enseñar . A
ustedes queridos bachilleres, que mejores deseos que los tengo para mi hijo:
haya en su camino firmeza en el paso, sea su mente fuente de creatividad, sean
sus ideales forjar un mundo donde la conveniencia fraternal venza sobre la
desunión de hombres y naciones!!!... Con sentimientos entrelazados, con emoción
vibrante que siento hoy , despido a mi hijo y me despido yo misma de este
querido instituto , llevando la íntima satisfacción, la hermosa realidad, de
saber a todos los que de alguna manera lo hicieron posible, y en especial
ustedes jóvenes bachilleres, les reiteramos una vez más nuestro gran amor,
apoyo y admiración. Siéntanlo como nosotros lo sentimos… el destino marca otra
ruta , pero el Instituto Romera vivirá siempre en mi memoria como viven en ella
mis seres queridos….
Dicen que son tristes las
despedidas!!!!... dile a quien te lo dijo que se despida.
Muchas Gracias.
Graciela Ania Pignol
21/Junio 1991.
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