Cuando me subí al carousel,
mi niño interno afloró,
con ilusión mi corazón
calentó ,
a mi alma dio nuevo color.
Cuando me subí al carousel
Descubrí que la atracción no
tiene edad,
Cualquiera puede montar,
Cabalgar mil ilusiones.
Cuando me subí al carousel
me di cuenta que la vida es
mágica,
en subidas y bajadas,
en caballos de ciencia,
en alazanes de sabiduría.
Cuando me subí al carousel,
me enamoré de princesas
galantes,
de vaqueras glamurosas
que incitan la inspiración
en caballos colorados.
Cuando se subí al carousel,
me sujete con decisión
a la rienda de la emoción
en un poético bayo
percherón.
Cuando me subí al carousel,
comencé a fluir
a ritmo de sus rocines
literarios
que me llevaron en fino
trote
por un cielo de amores.
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