Nació en Sinaloa,
Con gran capacidad
histriónica,
Ídolo indiscutible de
México,
Su leyenda nunca
termina
Sigue en maravillosa
ascendencia.
Las nuevas generaciones
lo aprecian,
un ser humano con
sencillez,
con encanto y candidez.
Nunca le importó la
fama,
Sólo buscaba la magia,
con su forma de ser
impactar
a hombres y mujeres por
igual.
El Rey del Bolero del
Ranchero y el vals
que cantaba con
tenacidad,
sus flimes son
inolvidables,
todos se distinguen por
su gracia.
Ser de mucha gala,
Una imagen que resalta,
actor con naturalidad
que con sus cintas nos
vino a conquistar.
Muchos papeles
interpretó,
todos ellos con el
corazón
en un México candente
de emociones.
Vivió la época del Cine
de Oro,
con calidad se empeñó,
gran popularidad logró.
Su afición por los
aviones
Lo llevó a volar,
en un trágico accidente
su existencia se anquiló,
el 15 de abril de 1957,
su aeronave se impactó
en los Aires del Mayab,
y todo el país lo vino
a lamentar.
Pedro subió al cielo,
Dios lo acunó en su
seno,
México lo extraña,
Lo lleva en lo más
vintage de sus centrañas.
Pero su voz no ha
muerto,
sigue rondado en las
almas
de todos aquellos que
le profesaron admiración .
Han pasado 57 años,
Nada ha cambiado,
su legado crece
muy fortísimamente se
mantiene.
Dicen que su espíritu
ronda
en los pasillos de su
casa grabadora,
La Peerless, que
siempre lo conmemora.
Y también ha dicho
Arjona
que una anciana le dijo
en la alameda:
Pedro Infante está
vivo,
Pasa todas las mañanas.
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