No importa tu edad. Puedes
montar y ya.
Permite explotar nuestro
espíritu joven y la belleza interna.
Es una gran terapia para
comprender la vida, porque sube y baja.
Su movimiento es cautivador ,
alegre, romántico, atrayente , poético, estimulador e inspirador.
Se explota la capacidad de
asombro.
Es una atracción clásica que no
puede faltar en ningún parque temático , y si nos subimos a los caballitos la
experiencia no estaría completa.
No hay que sentarse en una banca
, sino montar un lindo caballito de madera para sentir bonito.
El carousel más bonito es el
Prince Charming en el Reino Mágico de Disney
en Florida, otros maravillosos son los vieneses, los europeos y los
ubicados en los grandes centros comerciales.
Hablamos de una atracción
segura, apasionante y muy popular.
Gustan mucho a las princesas, y
a todas aquellas niñas que quieren vivir emocionantes aventuras.
Incitan a viajar por la
imaginación y la fantasía.
Son mágicos, vuelan muy alto.
Sus caballitos son simplemente
bellos.
Es algo atemporal, jamás pasarán
de moda. Tienen un carácter universal.
El alma se cautiva y el corazón
se alegra cuando se ve a una chica bonita
montada en su caballo sonriente y feliz de la vida. Es una escultura pletórica
de hermosura y sencillez.
La iluminación de los tiovivos
es sensacional.
Alegría infinita es pasearse en
uno de ellos, una aventura maravillosa al alcance de cualquier ser humano.
Emanan al espíritu y liberan
adrenalina y energía.
Los corceles son verdaderas
obras de arte.
Inspiran a la creación de
poesías con sus característicos movimientos.
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