Un poema de autos clásicos

Paseaba en mi Dodge Polara,
de repente saliste a la ventana,
y te quise atrapar ,
pero te fuiste en tu Pony Car,
y ni mi poderoso motor Hemmi te pudo alcanzar.



Mercedes Benz Alas de Gaviota ,
una inolvidable joya ,
también gran embeleso.
Un auto para siempre.

Si me topo con un Chevelle,
recuerdo mi niñez.
un vigoroso V8
que llenó cada aventura de gozo.


Aquellos Duster,
mágica máquina de Chrysler,
coche increíble.
Máquina 360 
toda una fiesta.


Galaxie 500,
un carro excepcional,
de suprema calidad,
elegante, setentero,
de tamaño ideal.


Rambler American,
de AMC una estrella,
el Justo Medio para VAM.
Leyenda popular
con carácter atemporal.

El modelo K, Dodge Aries,
y Plymouth Realiant,
campeones de economía,
una bella línea.


El Ford Mustang no tiene edad.
Una leyenda que aún cabalga
por los rincones del mundo entero,


VW Karman Ghia,
un clásico especial,
entre Sedán y Combi,
pero ante todo elegante.


Te busqué en mi Corvette.
Mi 440 puse en marcha.
Tu ibas en tu Dodge Aspen,
y así me enamoraste.

Ford Falcon, del 60 al 70,
poderoso familiar,
sedán inolvidable.