Para romper un poco la tradición de las reuniones navideñas en casa de la Tía Pita o la Abuela Lupita decidimos este año hacerla en la casa juntando a los 2 familias, mi madre los sentó separados en la sala para romper el hielo.
Fue la última navidad del abuelo Alfonso, siempre alegre y sonriente con sus nietos e hijos, de aquel día hicimos una grabación de ese día en que la gente ,me dio sus opiniones acerca de la navidad, Irma cantó sus tradicionales canciones.
Todos me dieron sus sinceros opiniones acerca de lo que significa la navidad para ellos, una de las que más me gustó fue la de mi Tío Ramón ,dijo que la Navidad “Es has hace un examen ,cada año en que te preguntas ¿Qué has hecho en tu vida?, me lo dejo de tarea ese año ,y de ahí adelante hago una autoevaluación, porque cada navidad y cada año que termina es distinto ,se logran nuevos propósitos y se vive diferente, con una nueva oportunidad .
Mis primos de los dos lados estuvieron muy animados, y le entraron con singular alegría a la comida.
Estas son las fiestas que han valido la pena, pues han unido a la familia y hemos aprendido su real valor , los tíos Arturo y Reynaldo y los abuelos Lupita y Alfonso hoy nos miran desde el cielo, vivirán siempre en nuestros corazones y estarán orgullosos de ver lo que han forjado.
En cada diciembre que vivo me acuerdo mucho de ellos, y a su vez se renueva su espíritu, que siempre será renovador y estará dispuesto a resurgir sabiendo que “La vida es una oportunidad” que hay que aprovechar al máximo.
Aquella navidad fue de las mejores para mí, además de la pastorela del 82 . Ojalá que muy pronto podamos coincidir de nuevo las dos familias.
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