Cual carousel que sube y baja
la existencia galopa,
en un sinfín de volteretas,
más cada una se torna en experiencias.
Tren que anda y retorna,
en las estaciones deja el pasado,
sube “El aquí y el ahora”,
busca nuevas primaveras.
Es una montaña rusa,
Un cúmulo de emociones dominantes
que conducen a un abismo sin explorar,
marchando a velocidades cambiantes.
Vuelo en un avión,
con despegues vertiginantes,
aterrizajes espectaculares,
el viento su ruta suele alterar.
Música y canción,
palabras de un alma que sueña,
poesía para imaginar,
belleza natural.
Una cabalgata interior
en el blanco pegaso del alma,
en la montura de la inspiración,
bajo las riendas de la mente.
Cruza por un puente
siendo la frontera shekispirana
del ser y no ser,
o del “Pienso Luego Existo”.
Pasa por múltiples dimensiones,
Por túneles anchos y estrechos,
es una rueda que gira,
no se detiene, trae alegría y tristeza.
Flor que su aroma esparce,
Abre sus pétalos a la realidad,
y aunque a veces se llegue a marchitar,
en una bella melodía resurgirá.
Juego de ajedrez,
Implicando retos de afrentas y jugadas,
como un tablero de opciones
donde hay que arriesgar e insistir.
Libro que narra instantes,
Diario que resume momentos,
páginas de grandeza,
leyendas que resurgen.
Ciclos que se cierran,
mismos que en recuerdos tornan,
aires que soplan
que el universo provoca.
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