Preparaba Willy su colección nocturna
cuando llegó la flaca muy taciturna.
Entró a la estación por la distracción
de un guardia dormilón.
Al nuevo director de la radiodifusora
espetó con decisión:
Vengo a pedirte un espacio,
ahora que eres el manda más me lo puedes dar,
de otro modo te jaló de repente,
y te deposito en una tumba muy profunda.
Así que Hiarmes no lo pensó más,
y la huesuda deja hablar
en su emisión dominical.
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