¡A Elda, la terapista estrella,
La muerte le llegó buscando pelea.
La agarró una noche tomándola por el cogote!.
¿Qué tal terapeuta como va la clínica?,
¡Todo bien, pero tu, ¿Qué vienes a hacer?
¡Solamente a visitarte, no quiero llevarte!
¡que bueno porque aún no me toca, tengo toda la vida por delante!.
¡Tu profesión tiene que ver conmigo, pues tu tratas huesos!
-Ya estas muy para allá , ¿acaso te quieres rehabilitar?
¡ no se como quedaría , estoy muy huesuda, pero podríamos intentarlo!.
¡Bueno, nada más no me hagas un desgarriate, porque puedo desesperarme!.
La catrina hizo tratamiento con Elda,
sin embargo sus articulaciones estaban muy duras.
-¡Lo siento, no puedo hacer nada más!.
-¡pues entonces al cielo irás a dar!
-¡No es justo, yo intente ayudarte, tu no coperaste!
¡Terapeuta de pacotilla. Me decían que eras una maravilla!. Si no me curas, andarás en penumbras .
¡Esta bien, esta bien!,
me armaré de valor ,
pero se más paciente,
no me provoques un desastre
¡Catrina del demonio!.
¡ y después de mucho tratar,
la catrina volvió andar,
ya no tenía nada que reclamar,
pues la voluntad de Elda la pudo curar!
Ella reflexionó: ¡a la muerte debemos respetar!
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