La escritura es dinámica, la mente abre y al corazón ilusiona.

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martes, 24 de septiembre de 2013

La experiencia de cabalgar









Desde siempre me han llamado la atención los caballos, maravillosos animales que tienen la fuerza y la temple para correr con libertad, tal como debe ser la vida.

El montar a caballo ofrece una excelente visión de la naturaleza, ya que se entra en contacto con ella y pueden experimentarse absolutamente todos los sabores y olores de la misma.

Yo no he experimentado aún esta sensación, pero espero pronto tener una nueva oportunidad de poder sentir y ver el mundo desde el lomo de un corcel, porque estoy convencido de que va a gustarme mucho.

Mi intención es aprender a cabalgar simplemente como diversión, como recreación y como una terapia para olvidarme de las tensiones diarias.

Mucha gente me ha dicho que “montar es muy bonito”,  es muy relajante ,por supuesto conlleva sus riesgos, como todo en este mundo, pero bien “vale la pena intentarlo”, pues si se observan las medidas de seguridad adecuadas no veo porque  no hacerlo para pasar un rato agradable y sintiéndose “libre”.

Es una actividad muy apasionante y terapéutica ,nos permite alejarnos un buen rato de la vida cotidiana , aliviar nuestras tensiones y divertirnos de lo lindo.

Cabalgar es irresistible, es encantador porque el trote de un potro es algo natural, sin ningún motor ni fuerza externa que lo empuje. Se mueve por su propio ritmo, lo cual nos estimula y cada vez queremos más.

Ahora bien, esto de montar según dicen los que saben que no es tan complicado, sólo es cosa de piernas y conducción para dirigir al cuaco y por decirlo de alguna manera jugar con él.

Hay miles de disciplinas ecuestres: doma clásica, vaquera, salto ,etc, pero lo que muchos hacen es trotar por placer, por pasearse a lo largo de una playa, sendero o pista.

He visto que son más chicas jóvenes y mujeres la que gustan de “Montar a Caballo”, serán que son más valientes y atrevidas que los hombres. A ellas se le conoce como “amazonas” o “vaqueras” y a los hombres jinetes.

Es muy agradable ver a una vaquera guapa disfrutando de la monta , si tiene buena piernas las lucirá en los estribos, lo que la hace verse sexy.

Sillas de montar hay muchas, y hay que buscar un estilo común al que uno se acomode. Lo que hay que tomar en cuenta es que el estar sobre el lomo de un caballo nos dejará a una distancia considerablemente lejana del suelo.

Para montar en forma natural hay que colocar una pierna en el estribo derecho, y girarse para el otro lado, después tomar con fuerza y confianza las riendas y estaremos listos para iniciar esta experiencia maravillosa.

Podremos marchar lento, trotar o galopar según la práctica que vayamos adquiriendo, y esto nos dará confianza para disfrutar mucho más cada momento con el caballo.
Montar nos recrea el espíritu y la libertad además de hacernos sentir bien.
Porque cabalgar y viajar son dos excelentes maneras de descubrir nuevos mundos y poner nuestro cuerpo con la armonía del caballo.

Así que ¡Hi Silver!, ¡a montar y disfrutar!.














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