Una chica que monta a caballo

Una chica que monta a caballo,
sea amazona,
sea vaquera
siempre será bella. 


Una chica que monta a caballo
es un gran encanto,
que ilumina el alma
e incita la aventura al natural.


Una chica que monta a caballo,
no se concibe sin botas,
a la rienda va aferrada
haciendo la literatura grata.


Una chica que monta a caballo
es princesa de mil caminos,
su destino es cabalgar,
enamorar con estilo.


Una chica que monta a caballo
provoca mil suspiros,
pues todo en ella es bonito,
campirana y audaz.


Una chica que monta a caballo
es como Elisa,
princesa de miradas,
como Angélica,
artista fabulosa.


Una chica que monta a caballo
es profunda inspiración,
pues arriba de la silla
conquista, motiva al galope.


Una chica que monta a caballo
todo lo ilumina,
es estrella del trote,
reina de cabalgar.


Una chica que monta a caballo
acostumbra impactar,
con su arte ecuestre,
con su felicidad a horcajadas.


Una chica que monta a caballo,
es como un rayo,
que fulmina corazones,
y anima lo campestre.


Una chica que monta a caballo 
lo hace en carousel,
en un dócil corcel
siendo la anfitriona
de la fantasía que sube y baja.


Una chica que monta a caballo,
imagen preciosa,
digna de poesía
que renueva la vida.