A Elisa

A Elisa,
yo lo debo lo que soy,
me enseñó
tiernamente a mirar.


A Elisa
la miro como vaquera,
porque siempre va montada
en el caballo de los recuerdos.


A Elisa
la quisiera encontrar
en un carousel musical,
y juntos cabalgar
en alazanes de imaginación.


A Elisa
le escribo
los versos más sinceros,
pues de ella
sigo enamorado.


A Elisa yo la miro
en cada uno de mis sueños,
es princesa Disney
que me dice
"Jamás claudiques".

A Elisa
mi corazón no olvida,
mi alma aún anhela
sus filosóficos ojos verdes.


A Elisa 
la quisiera topar
en el Puerto Jarocho,
sería fabuloso gozo.


A Elisa
todo mi amor,
toda mi inspiración,
ya qu hace galopar
mi pensamiento. 


A Elisa
la percibo
como mi amazona inmortal,
pues trota
el cuaco de la remembranzas.


A Elisa
siempre adoraré,
porque con el paso de los años
he aprendido apreciarla.


A Elisa
dedico estos versos,
esperando un reencuentro
con la diva
más cautivadora
de los años ochenta.


A Elisa,
niña espectacular
le doy mis alegrías,
mis ganas de ser
cada día mejor.