Semblanza de J Z.

Comunicador clásico

en que los mexicanos confiamos,

24 horas de información

con sobrados gestos de emoción.

Año del setenta y dos

cuando su emisión inició,

por el canal de las estrellas

su noticiero inauguraba toda una faceta.

Hombre más que ilustrado,

Muy bien ponderado,

Jamás igualado,

con ganas de servir,

a México entero divertir.

Nadie olvida a Lupita

Su fiel telefonista,

Conectaba con precisión la extensión,

pasaba las llamadas sin complicación.

Presente en todos los momentos

Informando como todo un profesional,

sus enormes audífonos son inconfundibles,

imposible no identificarlo.

Como indagaba,

Con admirable lucha se esforzaba

para ser lo más certero posible,

su profesión honraba

hablando desde el fondo de su alma.

Lo recordamos en 1985

cuando un fortísimo sismo

castigó a nuestra capital,

una motocicleta tomó,

toda clase de vueltas dio,

porque quería averiguar

la situación de los daños,

y con tristeza reportó

que éstos fueron muy severos.

Melómano de corazón,

gran admirador del tango,

su noticiero tuvo algo artístico,

todas las noches un estilo distinto.

Con el propósito de conocer la verdad,

Jamás se rindió, hasta conocerla.

Llegó 1998,

y Jacobo se despidió de sus 24 Horas,

con aplausos y fanfarrias.

Pero él continúa en el medio,

ahí sigue con la información,

dentro de la cabina de Radio Red.

Una persona fabulosa

en el arte de hablar,

filosofía periodística,

 así ha sido su gran aporte.

Personaje extrañable de la televisión y la radiodifusión mexicana,

actuando siempre con convicción.