Es en el Cerro del Chapulín
donde un castillo majestuoso se levanta,
símbolo de la ciudad,
nuestra gran capital,
icono de la historia,
que nos da dado gloria.
Pulmón del DF,
propio para un descanso espiritual,
que sus habitantes parecen olvidar.
Rodeado por abundantes bosques,
llenos de amor y tradiciones,
sus museos son visitas amigables
para la mente poder abrir,
y el corazón regocijar,
buen retiro puede ser pasear por Chapultepec,
un tiempo para liberar adrenalina,
poder comprobar que la vida brilla.
A Chapultepec hay que rescatar,
un patrimonio nacional de esta urbe,
sus días gloriosos volverán
cuando la gente lo descubra de verdad.
Ahí donde es diversión,
de la feria al comedor,
es el Central Park Mexicano,
es tiempo de renovarlo.
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