El corcel de la vida,
es de noble silla,
puedes montarlo
para pasear un rato
por los paraísos de la
existencia.
El corcel de la vida,
sube y baja
en vueltas continuas,
mantén su trote firme
así muy lejos llegarás.
El corcel de la vida
corre presuroso,
desbocado de emoción,
más a veces debe frenar,
y andar muy alerta.
El corcel de la vida
te llevará
por paisajes de infinita
belleza,
sube a horcajadas
que el mundo será grandeza.
El corcel de la vida
aparecerá en tus sueños,
si vas montándolo
serás alabado@.
El corcel de la vida
es fabuloso,
cuando aprendes a
gobernarlo,
a llevarlo por el camino de
la felicidad.
El corcel de la vida
también inspira,
cuando galopa acompasado
y lo cabalga una princesa.
El corcel de la vida
vuela en poesía,
en carouseles hermosos,
pletóricos de atemporalidad.
El corcel de la vida
suele ser blanco,
negro azabache,
manso y fiel,
nos animamos a montarlo
para enfrentar los días
al estilo ecuestre.
En el corcel de la vida
se respira un ambiente
natural,
lleno de aventuras y
alegrías.
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