En Guadalajara se han unido,
como los palomos casederos de cri cri,
los une una potente llama de amor,
que estamos seguros que jamás se exintigurá.
En Guadalajara reina hoy la ilusión,
que arde como pevetero olímpico,
siguiendo por la ruta de la felicidad,
buscando dos almas armonizar.
En Guadalajara se ha consumado,
una unión conyugal,
pues ellos son la esencia,
del amar ideal.
En Guadalajara hay fiesta,
fuegos de pasión,
las copas de licor se alzan,
en honor del nuevo matrimonio.
En Guadalajara, que es capital musical,
el mariachi les canta felicidades,
mientras suenan mil campanas,
y en Vallarta canta el mar.
En Guadalajara se abre nuevo capítulo,
nueva vida para compartir,
que hasta Tijuana llegará,
pues las distancias ya no lo separarán.
En Guadalajara somos testigos,
de un precioso idilio,
bendecido por el creador,
derramando grandes torrentes de emoción.
En Guadalajara hay brillo y colorido,
que el espíritu entaltece,
que el alma hace vibrar,
pongámonos a cantar.
En Guadalajara nos congratulamos,
su desición celebramos,
agradecemos que nos la compartan,
de gloria los cobijaremos.
En Guadalajara sus manos juntaron,
bajo la chispa de vivir,
siempre con un único objetivo,
la paz, la armonía y la comunicación.
En Guadalajara son dos seres,
que caminaron al altar,
bajo la vela de la fidelidad,
y el estandarte de compartir.
En Guadalajara se crea poesía,
con la magia de verlos unidos,
es tiempo de lanzar una plegaria al cielo,
con un fuego eterno.
Alfonso Piedras Ania. Junio,02, 2012
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