Un
mexicano trascendental
es
este señor con espíritu musical,
aseguró
que el dinero no es la vida,
haciendo
de la composición su gran corrida.
Magistralmente
cantó al amor,
con
las Big bands compitió
ganando
prestigio universal.
Gran
orquesta organizó,
a
México entero conquistó,
de
una Sombra verde se valió,
sublime
belleza imortalizó
la
magia de su canción.
Buena
treta legal se buscó
al
pelear con Leucona la autoría de Sortilegio,
mil
anecdótas de encuentros,
su
existencia fue un bazar
donde
encontró la felicidad,
parecería
haberse enamorado de una azafata,
pues
con encanto le compuso Viajera.
Jugó
a la Ruleta,
y
perdió repetidas veces en el amor,
vivir
en el Quinto patio fue
su ruina,
no
obstante encontró la felicidad del corazón,
una
boca de niña inmadura
le
dejó ciertas dudas,
fue
un amargo sabor de Fruta verde,
que el alma le
marchitó.
Se convirtió en
Prisionero del mar,
su música mucho llegó
a gustar.
Una mujer de revista
le alborotó el
corazón,
su Muñequita de
Squire,
dio polémica para
discutir
Con Lara y Curiel
inició el Broadway Mexicano,
un teatro de sútil
encanto,
fue en mil novecientos
treinta y dos
cuando en la Epoca de
Oro se inició.
En 1963 falleció,
dejandónos basta obra
escrita con pasión .
En el Panteón Jardín
reposan
los restos de Arcaráz,
Canciones de magia
espiritual
las que creó este
genial michoacano,
música que jamás se
dejará de escuchar,
porque son letras de
belleza
para enamorar a las
niñas con certeza.
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