Estimado
Papa Noel,
Este
año no voy a pedirte juegos caros, ni bicicletas, ni triciclos. Sólo deseo que
promuevas la paz, el entendimiento universal, la autoestima.
Ojalá
pudieras convencer al pueblo de muchos países que eliminen de su acervo y su
diccionario las siguientes palabras:
masoquismo, discriminación, maltrato a la tercera edad, materialismo y odio.
El
mejor regalo que nos puedes hacer es exhortarnos hacia la conquista de nuevas
cúspides , con un verdadero espíritu navideño, que tu bien sabes , es la
profunda evaluación de lo que ha sido cada vida.
Sabes
Papa Noel... este mundo está enfermo. Le faltan ilusiones, le sobra codicia. Tanto
es así que parece un barco perdido en un mar desconocido. Carece de brújula y de
una dirección maestra que ejerza un liderazgo efectivo.
Santa
Claus, muchas personas no logran entender el verdadero significado de riqueza.
Están persuadidas de que consiste en acumular monedas y billetes, que si bien
son básicos para mover la economía, en el corazón y el alma jamás mandarán.
Se
que más que nadie entiendes que ser rico es poseer valiosos conocimientos
culturales, un espíritu grandioso y un alma que no se inhiba al expresar sentimientos y una fortísima
inspiración.
Por
eso, Señor rojo de navidades universales, tienes ante ti un gran reto: hacerle
saber a la humanidad cuales son los verdaderos objetivos del enriquecimiento.
Me atrevo a sugerirte que a los niños les
traigas libros, anexando una nota que diga: Más valen mil lecturas que mil
pistolas . Es más, elimina de tus pedidos todas estas peligrosas armas. Porque
los libros hacen de los seres humanos individuos de bien , en cambio las
pistolas crean violencia y guerra. A los padres, darles un conocimiento de
profundos valores para que trasformen notablemente a la niñez.
Reformar
al orbe, esa deberá ser tu obra de mayor calibre este año. Llénalos de nuevos
ideales, y por que no, hasta de muñecos
de peluche que llenen de alegría sus sueños.
Yo
creo, mi simpático personaje que a todos los niños, niñas y alguno que otro
adulto con espíritu infantil, les obsequies artículos que promuevan su
capacidad mental, su capacidad de asombro y juegos de mesa para enseñarlos a
definir estrategias, hasta un diario, así su paso por la existencia dejará memoria.
A me
hiciste muy feliz durante el tiempo que gocé de tus regalos. Mucho los supe
apreciar, con tal magnitud que hoy los extraño, y para hacerte sentir orgulloso,
te digo que sigo creyendo en ti.
Hoy
te propongo esta idea creativa a fin de que el planeta recobre todo lo perdido
y el verdadero sentido de la época decembrina, tiempo que tú dignamente
representas.
Por
eso, hombre de barba blanca, de risa inmortal te toca dotar a la tierra de
nuevas literaturas, nuevas primaveras y nuevas motivaciones que nos hagan
recuperar nuestro auténtico valor como seres humanos.
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