La muerte visitó Aguascalientes,
buscada a cierto gerente,
para que le vendería coca cola a precio
preferente.
No lo encontró ahí,
Y un desgarriate tuvo que hacer.
Se encaminó a la tierra tapatía,
Preguntaba por Ricardo Piedras,
Para asustarlo y amedentrarlo.
¡Lo encontró en la Glorieta Minerva ,
y aprovechó para darle gran guerra,
¡quiero refrescos- grito!.
¡sí, pero, ¿de que sabor?
¡cualquiera que me de gran sensación!.
A la catrina no le gusto lo que Ricardo le dio.
¡Gerente de pacotilla!- le espetó,
para nada me complació!,
¡cambias el sabor de tus bebidas,
de lo contrario aplicaré ciertas medidas,
te llevaré conmigo a mi guarida!
Ricardo se espantó,
Y otro remedio no le quedo,
más que las condiciones del espectro aceptar,
para evitar que a la tumba se lo quisiera
llevar.
¡Soy muy joven para morir!,
¡tengo un gran porvenir,
¡No puedes venir por mi!.
¡pues entonces cumple mi voluntad,
no me
hagas refunfuñar,
verás como todo cambiara!.
La catrina se esfumó,
Dejando a Ricardo helado de miedo,
teniendo que pagar el precio,
Se puso a pensar,
que cosa hacer,
Para la muerte complacer.
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