Luna que me inspira,
que todo mi ser orienta,
llenándola de magia,
de dulces embelesos.
Luna que enamora,
desde el Malecón hasta Anton Lizardo,
cada noche de encanto,
bajo los embrujos de Agustín.
Luna que parradea,
que le canta a ésa costa,
de costeñas hermosas,
y hombres que vacilan.
Luna que hace llorar,
sea de alegría,
sea de tristeza,
pero vierte las más sinceras lágrimas.
Luna tropical,
que se mira musical,
recordando a Lara,
a Toña y a Pedro.
Luna que ha atestiguado,
la grandeza de este puerto,
que vio entrar,
la evangelización a América.
Luna que ama,
con una pasión más que desbordante,
entiende de belleza,
de inquebrantables almas bondadosas.
Luna que baila,
con un sabor rico de marimba,
de simpánicos sones,
y de contagiantes danzones.
Luna que es fiel,
que acompaña al mar,
y aún en los vientos del norte,
jamás pierde su esplendor.
Luna romántica,
que es una atracción turística,
pues es admirada por propios,
extranjeros y fuereños.
Sol jarocho,
que en Mocambo despiertas,
naces a la vida,
calentando al corazón.
Sol jarocho,
bonachón y rebelde,
Juan Gabriel te canta,
Buenos días señor sol.
Sol jarocho,
anuncias la mañana,
cantando en la playa,
corro a encontrarte.
Sol jarocho,
haces a Veracruz renacer,
ya las aguas te saludan,
el optimismo activas.
Sol jarocho,
que a los sentidos emborracha,
son tus rayos ebocadores,
de la más bella alegría.
Sol jarocho,
eres primorosa canción tempranera,
que anuncia nuevas jornadas,
al incesante calor del amor.
Sol jarocho,
que enciendes primaveras,
que almas alumbras,
que llenas momentos de grandeza.
Sol jarocho,
ávido y primoroso,
un astro esencial,
para esta festiva ciudad.
Sol jarocho,
que de melodía te vistes,
interpretando mágicos versos,
que crean chispa angelical.
Sol jarocho,
sigue la senda del puerto alumbrado,
lánzale un rayo cautivador,
para que sea el orgullo del mundo.
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