¡Son niñas auténticas,
a nadie imitan,
les gusta ser ellas,
eso les da grandeza.
Desarrollan enormes destrezas,
son realmente bellas,
en alma, espíritu y mente.
Campiranas de corazón,
disfrutan el mundo con pasión,
corren en busca de aventuras,
en la naturaleza con emoción.
Motivan a galopar,
a su lado todo es felicidad,
se montan de un brinco,
en su espectacular cabalgadura,
viendóse como una galanura.
Son princesas esculturales,
que brindan un homenaje a la vida,
siendo tan naturales,
y simpánicas en una sola vez.
Conocen el mundo entero,
la vida al aire libre,
sensación permanente,
que les regocija y cautiva el alma.
Belleza, arte y espiritualidad,
ésas son las cualidades de las vaqueras,
siempre sinceras.
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