La fantasía y las ilusiones,
la realidad y la imaginación
cabalgan de la mano
en estos cimarrones de encanto.
En cada vuelta
habrá una niña nueva,
amazona de sorpresas,
que me invitará a montar con ella.
Díficil es resistirse
a este paseo merecedor
que llena la existencia
de genial motivación.
Ahí se encontrarán todos los sueños,
de trotar y cabalgar por mundos ideales,
al lado de finas vaqueras
y caballos de estrellas.
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