Sangre jarocha

Sangre jarocha
llevamos en las venas,
de esa tierra caliente
sincera y fiestera.


Sangre jarocha
mezclada con capitalina,
guerrera por definición,
incapaz de rendirse.


Sangre jarocha
siempre alegre,
con el espíritu de Lara
y el pensar de Díaz Mirón.


Sangre jarocha
que emite realidades,
también dice leperadas,
pero es bella, pletórica y audaz.


Sangre jarocha
que ama volar,
cual "Volador de Papantla",
y con Jalapa, "La Atenas veracruzana".


Sangre jarocha
que galopa embelesada,
que toma las riendas
al son del Colás.


Sangre jarocha,
con tintes españoles,
franceses y castizos
que ennoblece el espíritu.


Sangre jarocha,
luchadora e incansable,
plerórica de coraje
de vocación musical.


Sangre jarocha,
amable y bullanguera
que deja huella
y una cálida presencia.


Sangre jarocha,
orgullo nacional
admirada por el mundo,
patrimonio universal.


Sangre jarocha
con su forma de ser emociona,
cuya alegría desborda
con poesía y canciones.


Sangre jarocha,
de Orizaba  al Papaloapan,
tapizada de valentía,
de autenticidad y magnificiencia.