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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Calavera del Dr House







Cuando Gregory House 
visitó México,
la huesuda no esperó el momento
de asustarlo con un zarpazo,
y condenarlo sin contemplación
a un cementerio muy profundo.
Y sin vicodín lo dejó.
House no me quejó,
y ahora sólo podrá atender
a los espectros moribundos.   

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