No hay mejor arte
que tus ojos, Elisa,
porque aclaran la vida,
porque abren el alma.
No hay mejor arte
que los platillos de Pier Changs,
restaurante a todo dar
con los guerreros de Terracota
como fieles protectores.
No hay mejor arte
que el humorísmo blanco de Chespirito,
risa tras risa,
receta milenaria
No hay mejor arte
que el terror de King,
macabro interminable
al estilo Castle Rock, Maine.
No hay mejor arte
que las cintas de Disney
filosofía y moralejas
que iluminan la existencia.
No hay mejor arte
que Star Wars,
la eterna lucha
entre obscuros y rebeldes.
No hay mejor arte
que la sonrisa de Debby Rayan,
dulce y conmovedora,
así enamora.
No hay mejor arte
que ls canciones de Agustín Lara,
doce en cada trasnochada,
naciendo nuevas musas.
No hay mejor arte
que la música ranchera,
que cuenta anécdotas,
desamores y aventuras.
No hay mejor arte,
que la música country,
genero ranchero norteamericano,
tiene mágico encanto.
No hay mejor arte
que los años setenta,
pletóricos de fiesta,
nuestra generación
felizmente la recuerda.
No hay mejor arte
que las melodías de José Luis Perales,
sabe de amores,
también de dolores,
y se enamora
bajo la inspiración
de color rosa.
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