Se inició en el setenta y
siete,
un año esencial
para el arte musical,
filosofía del más allá
con toques de realidad.
Galaxias lejanas,
Seducciones imperiales,
profundos obscurecimientos,
bajo la batuta fabulosa
del Maestro John Williams,
y el genio desbordado
de George Lucas.
Los créditos iniciales
emocionan,
Al alma embelesan,
sumergiéndola en épicas
luchas
para restablecer el orden en
el orbe.
Ciencia ficción atemporal,
quién no ha querido vivir
una aventura fuera de este mundo,
ser un Caballero Jedi
entrenado por el Gran Yoda
y entender el lenguaje de
A2D2,
entrar al ciberespacio
en el Halcón Milenerio,
para ajustarle las cuentas a
la Nave Imperial
con su imperiosa marcha,
que a nadie espanta.
Y C3PO, robot de hojalata,
que muy bien charla.
Make the force be with you!!!,
lema que no es vintage ni clásico,
sino de candente presente,
guerra entre el bien y el
mal,
con espadas luminosas
que atraviesan paredes ,
que no cesan en su afán
por la armonía en el cosmos.
Y Luke Skywalker
investigando
las huellas de su
progenitor,
de quien más tarde se le
rebelaran
sus tenebrosas motivaciones.
Darth Vader es el Hitler de
la saga,
Yoda un Einshower espacial,
Han Solo es como Gandhi,
Luke es un Douglas Mcarthur.
Lo cierto es que de moda no
pasa
esta saga melódica y
heróica,
seguirá dando de que hablar
en el arte de narrar
crónicas,
de planetas a millones de
años.
Cada personaje una
filosofía,
cada acción una pieza
orquestal,
Star Wars muy lejos no
estará
si nos inspiramos en la
imaginación.
Porque todos somos
Luke, Han Solo, Leía,
y los droides,
en irrenunciable lucha
por restablecer la paz
en todos los rincones del
mundo.
Seis películas,
seis formas de animarse,
seis poderosas razones
para epowerarse,
para aprender sobre la
fuerza
que levanta al ave fénix.
Disney la ha tomado es sus
manos,
Para hacerla crecer,
promover su leyenda
como gran arma
de la voluntad humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario