Es un sábado precioso!, ideal para recrear la magia , la imaginación y la ilusión , en el parque temático que conmemora las grandes hazañas del siglo XX . Se dan cita en este recinto personas de muy diversas raleas. Se pueden ver a simple vista de pájaro, interesantes atracciones que están relacionadas con el milenio pasado. Salas, exposiciones, realidad virtual, etc.
Esta genialidad surgió de las inagotables mentes sagaces y creativas de los ingenieros de Disney, quienes se propusieron la tarea de diseñar un centro histórico para hacer vibrar y emocionarse con los descubrimientos de ésos tiempos que nos trajeron al mundo.
Una cosa interesante es observar la psicología de sus visitantes , ya que cada uno de ellos cuenta con un alma polifacética , y un espíritu interno que le dicta que hacer, que descubrir, que imaginar.
En primera instancia llega una chica de aproximadamente 28 años de edad, su mirada denota alegría, sus ojos inspiran a la creación de una gran poesía.
Dos niñas de minifalda y botas, gritan emocionadas, con voz tan estridente que a todos llaman la atención.
Un matrimonio se queja de los altos precios de las entradas, entre ellos se quejan de la falta de efectivo y liquidez inmediata.
Una muchacha alta sólo piensa en las vueltas del carousel, seguramente es el único juego que disfruta, parece estar segura que es la más hermosa y auténtica filosofía de vida, en virtud de que sube y baja, y, en cada vuelta habrá una grandiosa sorpresa.
Memo, o por lo que parece así lo llaman sus papás, estalla en un horrible llanto. La mente más audaz puede atribuir que sus carencias económicas no le permiten pagar el precio de la diversión. Destaca por su singular berrinche, dando aspavientos y patadas a todo aquel que osa ponerséle en frente.
Los clientes de esta magnífica plaza, capital del entretenimiento internacional, corren al encuentro de los sonidos característicos de cada juego, viciando el aire de intensidades profundas y caritas felices, esperando poder experimentar eso que es la ingenería de la creación.
El tiovivo, invariablemente llama la atención, porque se trata de algo clásico , que pasa todas las fronteras , es atemporal, clásico, no tiene edad. Dicho en palabras estadounidenses, CAROUSEL IS FOR EVERYONE!. Es realmente una joya romántica y musical , incluso, el más soñador puede decir que se va de paseo al cielo, cabalgando en el pegaso blanco.
Es grato admirar las diversas formas que adoptan los que gozan del carousel para lograr sentarse a horcajadas sobre la imnesa altura de los caballitos. Montan princesas, vaqueras, papás, mamás, abuelos, reviviendo intensamente su niño interno, expresando las diversas sensaciones que provocan las subidas y bajadas de los corceles de fantasía.
En el otro extremo del parque , donde se pueden admirar verdaderas reliquias de gran valía, abundan los lloriqueos, avivan los recuerdos, la estimable nostalgia. Cuentan que los que visualizaron la organización de este lugar en los planos y en la obra negra, pensaron en que el objetivo de este rincón sería precisamente eso, avivar la llama de de que todo tiempo pasado fue mejor.
Y es ésa sensación mágica la que más impregna , la que domina el ambiente de celebración y fiesta de que está cubierto éste reencuentro con los mil años en que más avanzó la humanidad. Claro, también tomando en cuenta los tiempos de confragación , la primera y segunda guerra mundial, y el correspondiente periodo que siguió a su culminación.
Por eso que en este viaje al pasado, los compartimientos humanos suelen manifestar variaciones constantes modificaciones, ya que las imágenes están más vivas que nunca. Es difícil olvidar aquel periodo, que tuvo un poco de todo, tecnología, retroceso y matanzas. Pero, para los genios de Disney ,se trató de un prodigioso avance en la mayoría de las áreas del saber humano.
En la entrada principal reza un cartel: EL QUE NO CONOCE LA HISTORIA ESTÁ CONDENADO A REPETIRLA!.
Pero, la más grande imagen se centra el corazón, siendo un arma sumamente poderosa y auténtica para poder comunicarse con lo espiritual en este fenomenal parque de diversiones.
Sin duda alguna estar presente en el sitio permite al cerebro imaginar los pensamientos que se aglutinan en las neuronas de sus visitantes, basta verles las caras para echar al vuelo toda clase de suposiciones . Fijarse en los ojos será también importante, por que reflejan la fuerza del alma.
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