Súbete a la vida,
cada nuevo amanecer,
y prepara tu mente,
para nuevas aventuras,
Súbete al carousel,
y entenderás el sube y baja,
de cada existencia,
sobre caballito de plata.
Súbete a lectura,
bajo distintas emociones,
bajo dulces filosofías,
bajo palabras de magia.
Súbete a un caballo blanco,
déjate llevar,
en la cabalgadura de la libertad,
en poético paseo campestre.
Súbete a la historia,
a bordo de un DreamLiner,
viaja por cada tiempo,
sin dejar de lado el ahora,
Súbete a la música,
sumérgete en su realidad,
acaricia su embeleso,
y canta,
canta para que el mundo te conozca.
Súbete al tren vivencial,
al paso de cada estación,
deja tus temores,
obtén nuevas ilusiones.
Súbete a la inspiración,
desbócala con derroche,
a trote desenfrenado,
no la pares jamás.
Súbete al alma,
corre por el fervor de su torrente,
descubrirás un mundo bello,
digno de lágrimas verter,
Súbete a la nostalgía,
se vale en sus alas volar,
da sentido al presente,
valor al futuro.
Súbete a la esperanza,
evita matarla,
revívela con canciones,
con legajos de frases.
Súbete a la imaginación,
que emana del Reino Disney,
galópala en su tiovivo,
al lado de Mickey Mouse.
Súbete al Concorde,
y en rimbombante vuelo,
aterriza en lo retro,
vívelo con intensidad.
Súbete en corcel de hacienda,
y renacerá la felicidad,
anda con la rienda suelta,
y el aire fresco en la mejilla.
Súbete a la escritura,
arte precioso y sensacional,
capaz de llanto causar,
con sus ideas renovadoras.
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